Cómo cuidar la piel de la cara
Cuidar la piel de tu rostro es un proceso sencillo, saludable y, sobre todo, necesario. Tu piel necesita que la cuides a diario con hábitos de limpieza, protección e hidratación. Así no solo te verás bien sino también te sentirás mejor.
Y recuerda que el cuidado de tu piel no consiste en una ciencia compleja sino, al contrario, en una serie de pasos y cuidados simples que, al repetirlos, te permitirán crear hábitos que tienen un millón de beneficios.
Tus hábitos dependerán del tipo de piel que tengas (seca, grasosa o mixta), así que anota las siguientes recomendaciones para mantener tu rostro libre de imperfecciones, manchas y hasta envejecimiento. ¡Tu piel te lo agradecerá!
Cuidado de la piel del rostro seco
Primero lo primero: ¿qué quiere decir que la piel de tu rostro es seca? Todas, de alguna forma, lo sabemos. Un rostro de piel seca suele tener pocas imperfecciones pero, a la vez, más marcas de expresión, pequeñas arrugas y, en algunos casos, puntos o zonas de irritación.
Si tu piel es seca, lo último que quieres hacer es cometer algún error en tu rutina del cuidado de la piel, utilizar los productos incorrectos, y lavarla o exfoliarla en exceso. ¿Cuáles son los pasos recomendables al cuidar la piel de un rostro seco?
¡Hidratación, hidratación y más hidratación!
Uno de los consejos básicos si tienes piel seca es hidratarla constantemente y evitar hábitos que la lastimen. Vamos a ver qué pasos debes seguir para mejorar el cuidado de tu piel y prevenir el envejecimiento precoz:
• Debes tratar tu piel con delicadeza, limpiándola con productos suaves, aceites y agua micelar para remover el maquillaje, y evitando el agua y el jabón como tu método de limpieza. Además, es recomendable exfoliar tu piel, pero, ya que una piel seca es más sensible, no lo hagas más de una o dos veces al mes.
• Además de limpiarla suavemente, recuerda hidratarla, por lo menos, dos veces al día. Por la mañana, usa una crema hidratante de dia que también te proteja de los rayos del sol; y por la noche usa una crema que repare tu piel. Recuerda que la crema del rostro no debe ser la misma crema hidratante que usas en tu cuerpo y manos.
• Nunca aplicarte la misma crema hidratante en la zona alrededor de tus ojos. Para eso existe el contorno de ojos. La zona de tus ojos es más sensible, sufre los efectos de la edad y el cansancio más rápidamente, y por eso necesita un producto con la función específica de reparar estos daños.
• Acompaña tu crema hidratante con una base de suero facial. Aplicar el suero antes de la crema intensificará su efecto y le dará más nutrientes a tu piel. Te sorprenderá lo que las vitaminas de un suero facial le harán a tu rostro. En poco tiempo verás que tu rostro tendrá menos resequedad y las líneas de expresión se atenuarán un poco.
• Nunca olvides usar un protector solar. Pero no creas que solo lo debes usar durante el verano. Al contrario, para mantener tu piel saludable y bella, debes aplicarte protector solar en todas las estaciones: verano, inverno, otoño… ¡todas! Así tengas un rostro seco, graso o mixto, cuidar tu piel es fundamental.
Cuidado de la piel del rostro graso
A diferencia de la piel seca, tener la piel grasosa suele significar más imperfecciones, poros más dilatados y más sensibilidad. Sin embargo, también quiere decir que, en su estado natural, tu piel es más fuerte y resistente. No hay ninguna razón para sentirte mal por tener un rostro graso. Si pones en práctica unos buenos hábitos para el cuidado de tu piel, tus problemas desaparecerán y podrás disfrutar de los beneficios de una piel fuerte y saludable. ¿Como aprovechar al máximo el potencial de tu piel?
Limpiar tus poros es la regla número uno
Si para los rostros de piel seca la clave era hidratar, ¿cuál crees que sea la clave para un rostro de piel grasa? El tratamiento es un poco más complejo, pero el secreto es este: limpiar tus poros, mantener la textura ideal de tu piel y hacer todo en la medida justa.
• Cuando tienes la piel grasosa, la limpieza debe ser más profunda. Limpia tu rostro de forma que te deshagas del exceso de sebo. Queremos evitar que se creen imperfeccionen que, con el tiempo, lastimen tu piel.
• Limpia tu rostro pero no llegues al punto en el que termines resecando y eliminando los nutrientes que hacen que tu piel sea fuerte y saludable. Tu piel es bellísima y la debes tratar con mucho cuidado.
• Usa un exfoliante facial una vez por semana. Con esto vas a eliminar las células muertas de tu piel y permitirá que absorba mejor los nutrientes de las cremas y sueros que quieras aplicarte.
• Aplícate crema hidratante, sueros y mascarillas de forma regular sin excederte en el uso de cada componente. Puedes usar la crema hidratante y el suero dos veces al día, y las mascarillas dos veces por semana.
• Por sí solos, los sueros faciales no son mágicos, son un complemento de la crema hidratante. Aplicar un suero con vitaminas te permitirá prevenir y contrarrestar situaciones como exceso de sebo y manchas en la piel.
• Como dicho antes: usar protector solar es uno de los pasos más importantes para cualquier persona que quiera tener hábitos saludables del cuidado de la piel. Usa tu protector solar de forma mesurada.
Cuidado de la piel facial mixta
Tal como lo debes estar pensando, una piel mixta es un punto medio entre la piel grasa y la piel seca. Y por esa razón, el cuidado puede ser complejo pero, al mismo tiempo, bastante intuitivo. Las personas de piel facial mixta tienen algunas porciones del rostro resecas y otras porciones grasosas y con imperfecciones. Por lo general, las zonas grasosas están en la frente, la nariz y la barbilla.
Adiós grasa, adiós resequedad, hola piel perfecta
Seguramente te ha pasado que sientes que tu rostro se ve casi perfecto, tiene un aspecto lindísimo, pero está esa zona que no logras mejorar. Pueden ser las arrugas al costado de tus ojos, resequedad alrededor de tus labios, o la insufrible imperfección en tu frente y barbilla por exceso de sebo. Entonces, ¿cómo actuamos al respecto?
• Limpia tu piel de manera regular, aplicando un jabón especial para las zonas más grasosas.
• Exfolia tu piel regularmente, una vez por semana.
• No olvides hidratar tu piel. Sin embargo, hazlo de forma equilibrada. Aplícate crema hidratante sin aceites en las zonas más grasosas (frente, nariz y barbilla), y otro tipo de crema hidratante en el resto de tu rostro.
• De nuevo, nunca olvides crear una barrera para proteger tu rostro de los rayos del sol. Al igual que con la crema hidratante, busca un protector solar sin aceites. Esto evitará que las imperfecciones en tu rostro aumenten.
No sobra recordarte que un buen cuidado de la piel está caracterizado por la constancia, la disciplina y la creación de hábitos saludables. Procura crear una rutina que puedas seguir religiosamente, que te dé paz mental sobre el futuro de tu piel y que realce la belleza y luminosidad natural de tu rostro. Sea cual sea tu tipo de piel, recuerda siempre que todo lo que aplicas a tu rostro debe hacerte sentir bien y darte una piel fuerte, saludable y duradera!