Cómo hacer un maquillaje diario rápido y fácil
¿Qué evita que tengas tu maquillaje diario perfecto? ¿Crees que toma mucho tiempo o que tienes que usar productos que son difíciles de encontrar?
¡Olvídate de las excusas!
Hoy vas a aprender cómo implementar en tu rutina de belleza todos los pasos necesarios para que tu maquillaje diario se vea natural e impactante, y sin necesidad de hacer trucos complicados. Rápido, fácil y muy útil.
Antes de empezar, recuerda que cada tipo de piel es diferente y cada una necesita cuidados particulares. Lo importante es que sigas las indicaciones, aprovecha las tendencias y no te dejes atascar por ninguna razón.
En la siguiente guía te mostraremos varios productos y los diferentes pasos a seguir, pero no te asustes! En realidad es mucho más fácil de lo que parece y con la práctica te volverás mucho más veloz en la ejecución. ¡Empecemos a aplicar un maquillaje sencillo y a la moda!
La limpieza ante todo
Tu rostro siempre necesita el máximo cuidado y limpieza antes de utilizar cualquier producto de maquillaje.
Todas las mañanas, aplíca un gel micelar suavemente hasta cada esquina de tu rostro, especialmente en las zonas en donde tienes o tenías más maquillaje. No olvides que tu rutina siempre debe tener estos tres procesos clave: limpieza, exfoliación e hidratación.
Después de deshacerte de todas las impurezas, aplícate un poco de crema hidratante. Tu rostro te lo agradecerá.
La base es un arte
Una vez tu piel está lista para el maquillaje, debes crear el tono y el efecto ideal. Para ello está la base. Y sí, aplicarte la base de forma perfecta el primer día suele ser algo complicado.
Tienes que elegir el color correcto, la brocha más cómoda, la textura más apropiada para tu tipo de piel (seca, grasa, mixta, normal) y todo lo necesario para que la base se mezcle perfectamente con tu tono de piel y ocultes las imperfecciones.
Una vez hayas practicado lo suficiente, aplicar la base te tomará poco tiempo y te dará un look muy natural. Cuando estés practicando este paso a paso, recuerda que no quieres un estilo recargado ni falso. Al contrario, buscas que las personas no puedan reconocer si estás usando maquillaje o no.
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Ilumina tu rostro y resalta tus atributos
Los detalles hacen la diferencia. Esto aplica tanto a la vida como al maquillaje facial. Ya que tienes tu rostro como un lienzo listo para pintar una obra de arte, es el momento de empezar a resaltar tus mejores atributos. Empieza con un poco de corrector y después usa un poco de iluminador en las zonas clave: frente, nariz, contorno de los ojos y mentón.
Antes de que te des cuenta, verás que tu rostro ha tomado una forma y un aspecto distinguido, elegante y muy interesante.
Mientras iluminamos el centro del rostro, también debemos enfocarnos en acentuar los pómulos y las sienes con un poco de bronceador. Toma un poco de polvos bronceadores, difumínalos en los pómulos y la línea del mentón, y así esculpes tu rostro y resaltas aún más la luz. Recuerda que la luz es un componente esencial de tu maquillaje.
Si quieres un maquillaje muy natural, podrías detenerte aquí. . Créenos que ya habrás resaltado tu rostro y le habrás agregado un efecto luminoso que antes ni podías imaginarte. Y como verás, tu rostro tendrá una luz que va desde afuera hacia el centro.
Pero este no es el último paso. Puedes aún resaltar los detalles de tu cara que le dan un toque wow: las cejas, las pestañas y los labios.
Deja que tu mirada hable
Hasta ahora, solo hemos dejado que tu rostro sea el protagonista. Pero ahora es el momento de que tus ojos, tus cejas, tus pestañas y tu mirada tomen el foco. ¡Empecemos con las cejas! Toma un cepillo para rellenar y delinear tus cejas. Unas cejas bien cuidadas tendrán como resultado una mirada mejor acentuada y más intensa. Muchas veces pasamos por encima el cuidado de las cejas y olvidamos que son una parte esencial de tu tratamiento y rutina cosmética.
Ahora vamos a las sombras de ojos: este proceso puede ser tan complicado y artístico como tú quieras. Ya que este es un tutorial para maquillaje rápido y fácil, te sugerimos que uses unas sombras tenues y las apliques de forma suave, con énfasis en el extremo de cada párpado. Como ya debes suponer, lo único que debes hacer es aplicar las sombras con una brocha o pincel para los ojos, y difuminarlas desde el lagrimal hasta el extremo. Al final, los extremos exteriores de tus párpados deben tener un poco más de sombra para darle profundidad a la mirada.
Continúa con los detalles: primero el delineador o eyeliner, que te permitirá resaltar aún más tus ojos y darle un poquito de aspecto dramático. Y segundo, la máscara de pestañas. Si tus pestañas son largas, la máscara te dará un efecto impactante. Si no, busca un producto que las realce un poco más.
Para cerrar, el labial y el colorete
¿Por qué dejamos estos dos productos para el final? Sencillo, porque son dos productos que deben elegirse muy cuidadosamente y que pueden cambiar todo el aspecto de tu maquillaje.
Primero, el colorete varía mucho dependiendo de tu color de piel: si tienes una piel más blanca, te puedes ir por un rubor o colorete más rojizo o rosado. En cambio, si tu piel es bronceada, definitivamente debes elegir tonos dorados o incluso anaranjados. Aplícalos suavemente en las mejillas para crear un look increíble.
Y ahora, el lápiz labial. Puedes probar muchos colores, pero siempre trata de elegir algo que se acople a tu tono de piel y que no sea muy excesivo. Lo importante es obtener un resultado natural y sofisticado.
De los errores se aprende
¡Y así llegamos al final! No siempre hay una fórmula perfecta porque todo depende de tu piel y de lo que quieras con tu look, pero este paso a paso te ayudará a lucir genial sin necesidad de pasar horas y horas maquillándote.
Al contrario, solo necesitas unos minutos al día. Practica y haz de esta tu rutina de maquillaje personal, y en poco tiempo podrás disfrutar de los beneficios de un maquillaje natural, rápido y fácil.