Las cerdas de las brochas quedarán limpias y conservarán su aspecto natural compacto y brillante.

Sujetar firmemente el disco. Con un gel limpiador líquido neutro, friccionar delicadamente las cerdas contra el lado granulado realizando movimientos circulares, con cuidado de que el agua y el jabón no lleguen al punto en el que están fijadas al mango. Aclarar las cerdas con abundante agua corriente templada, frotándolas sobre el lado estriado. Posteriormente, escurrir bien y dejar secar en posición horizontal.

Con un jabón líquido neutro, frotar directamente el disco con un cepillo de cerdas suaves. Aclarar abundantemente con agua corriente templada.

Packaging moderno transparente realzado por el emblemático logotipo de KIKO MILANO